Las Cabañas Del Pintado
Todo comenzó cuando yo tenía diez años. Todos los veranos, solíamos ir de vacaciones pero en ese año mi madre me preguntó si quería ir de campamento. Yo, confuso, le respondí negativamente porque no sabía cómo eran los campamentos. Dos años más tarde, lo volvió a intentar y me convenció. Al ser el primer año, me llevaron en coche para ellos conocer también el campamento. Al llegar, estuve solo y muy cortado hasta que llegaron los autobuses. Me pusieron en una cabaña sin conocer a nadie, pero a medida que fueron pasando los días, estuve mucho más feliz y contento.